Si te gusta el pan, seguro que alguna vez te has preguntado qué ciencia esconde su preparación. Con orígenes en el 4000 a. C., es probable que el primer pan con levadura fuera resultado de una masa olvidada que tuvo tiempo de fermentar por error. ¡Imagina qué sorpresa se llevarían cuando la masa empezara a crecer en el horno!
Puede que el proceso de preparación del pan te dé un poco de respeto, pero no hay nada de lo que preocuparse: con estos consejos, podrás hornear tu propia barra de pan en muy poco tiempo. ¡Vamos a por ello!
Gluten
Empecemos por el gluten, el mejor amigo de los panaderos. Es como la red que se encarga de mantener unido el pan y le da esa textura ligera que tanto nos gusta. Para crear el gluten, hay que amasar muy bien la masa y/o darle tiempo a que repose. Si la receta pide 10 minutos de amasado, eso indica el tiempo necesario para crear la red de gluten, así que no amases ni un minuto menos. ¿Te parece complicado? No te preocupes, porque tu Thermomix® puede amasar por ti.
Levadura
El siguiente, la levadura, es el organismo vivo que hace crecer el pan. La levadura convierte el azúcar y el almidón de la harina en dióxido de carbono y etanol. Los gases del dióxido de carbono son los que hacen que la masa suba. La levadura es un organismo vivo y se podría decir que siempre tiene hambre. Por eso no puedes dejar la masa reposar durante horas, porque puede fermentar demasiado y dar como resultado un pan denso y compacto.
Usa el modo Fermentación de Thermomix®
La temperatura tiene un papel fundamental en la masa, porque la levadura necesita temperaturas altas para activarse. Si quieres que la masa crezca a la perfección, lo mejor son unos 24-28 ºC. Si hace más calor, subirá más rápido y si hace más frío, lo hará mucho más despacio. Usa el modo Fermentación de Thermomix® para controlar la temperatura de la masa y dejar que suba hasta duplicar su tamaño.
Con estos consejos, estás más que preparado/a para preparar un pan más que satisfactorio en muy poco tiempo. ¿A qué esperas?