La ensalada es la base fundamental de la dieta del verano, cuando lo que apetece es un plato fresco y ligero. No obstante, una ensalada siempre es bienvenida durante todo el año. En función de cómo la prepares, puedes servirla como entrada, guarnición, o incluso como plato fuerte. Puede comerse en casa o prepararse para llevar y disfrutarla en un día de campo, la playa o la oficina. Además, es una comida que no aburre nunca: ¡las posibilidades son infinitas! Aquí tienes unas cuantas para empezar.
Una ensalada es una excelente ocasión para probar nuevos sabores y texturas en distintas combinaciones. Puedes idear tu propia ensalada variada y equilibrada a partir de los ingredientes que detallamos a continuación.
• Base: escoge una de las siguientes opciones o mezcla varias de ellas: hojas verdes (lechuga, col, arúgula y espinaca), col morada o verde cortada en tiras, pasta, arroz, o cereales hervidos, como quinoa, trigo bulgur o farro.
• Verduras crudas o cocidas: añade sabor y color a tu base de ensalada echándole algunos de estos ingredientes: tiras de aguacate, zanahoria rallada, rodajas de cebolla, pimientos, pepino o calabacita en rodajas o en trocitos. También puedes poner un toque extra de umami con unos champiñones salteados, calabaza o papas, o unas zanahorias sofritas y caramelizadas.
• Proteínas como opción adicional: para servir como plato principal, añade algo de proteína a tu ensalada. Siempre es una buena opción el salmón al vapor o ahumado, el pollo deshebrado, unos huevos hervidos o queso. Si prefieres una ensalada vegetariana, opta por el tofu, los ejotes o las lentejas.
• Ponle fruta: la fruta aporta a la ensalada un dulce toque de frescor. Lo ideal es usar frutas de temporada, precisamente cuando tienen más sabor. El mango va bien con el salmón, y los frutos rojos con el pollo. También puedes ponerle durazno o ciruelas a una ensalada de queso mozzarella, o añadir frutas deshidratadas como orejones, manzana, arándanos o pasas.
• Un añadido crujiente: para darle una textura crujiente, añade unos trocitos de nueces, semillas, crutones o unas tiras de tortilla. Puedes acentuar el sabor tostando suavemente las semillas y las nueces.
• Otros añadidos: las aceitunas, las hierbas frescas, los brotes tiernos, las anchoas, las alcaparras o los pepinillos le dan aún más vida a la ensalada.
• Aderezos: para terminar, rocía la ensalada con el aderezo que prefieras. No hay nada más fácil de hacer con tu Thermomix®: para una presentación que resalte de frescura, escoge el original Aderezo de yogur, la vinagreta de mostaza o una crujiente Vinagreta de nueces para conseguir un toque diferente.
Despierta tu creatividad, y combina y mezcla ingredientes de distintas texturas, sabores, colores y hasta temperaturas. Sirve tu ensalada en un recipiente grande, en capas o en una ensaladera; o separa los ingredientes en una bandeja para que tus invitados puedan servirse lo que quieran. Puedes colocar los ingredientes de manera elegante en pequeños moldes. En cuanto a la ensalada de hojas verdes, recuerda añadirle el aderezo justo antes de servir.
• Lava la lechuga y los demás ingredientes: usa el recipiente Varoma para lavar las verduras y la fruta directamente bajo el grifo. Después, tapa el Varoma y sacude bien para eliminar el exceso de agua.
• Troceado: corta las verduras, las frutas y los huevos duros durante 3-4 segundos a velocidad 4; para las verduras más duras, 3-4 segundos a velocidad 5 será suficiente. Para cortar la lechuga, coloca las hojas en el vaso, cubre con aproximadamente 1 litro de agua y programa 10 segundos a velocidad 4. Usa el Varoma para escurrirla
• Para deshebrar: coloca la carne cocinada y deshuesada, sin ninguna salsa, en el vaso y deshebra 4-5 segundos//velocidad 4.