Preparar deliciosos helados y sorbetes sin colorantes ni conservadores artificiales es más fácil de lo que crees. Inspírate aquí.
Congela la fruta en trozos: Corta la fruta en trozos, extiéndela en una bandeja formando una única capa, congélala y úsala en alguna receta más tarde, o bien congélala en una bolsa especial para congelar y utilízala cuando más te convenga.
Reduce las calorías: Elige los sorbetes. Para los helados de fruta, utiliza frutas maduras y reduce o prescinde del azúcar extra. Cambia la crema por el yogur y la leche entera por leche descremada.
Prepáralo sin lácteos: Sustituye los ingredientes lácteos por leche de nueces, arroz, coco, soya o yogures libres de lactosa.
Hazlo más suave: Añade una clara de huevo o un plátano maduro para dar una textura más suave a los helados. También puedes usar la mariposa y batir durante unos segundos a velocidad 4.
Reduce los cristales de hielo: Para conseguir una consistencia más suave, añade jarabe de azúcar, glucosa, miel, melaza o alcohol. Estos ingredientes estabilizantes ayudan a reducir la formación de cristales de hielo.
Consérvalo bien: Guarda los helados y sorbetes en recipientes hondos y aptos para congelar y cubre la superficie con film transparente. Colócalo en la parte más fría del congelador lo antes posible.