Del agua dulce al agua salada, nuestros mares y lagos nos abastecen de todo un elenco de pescados deliciosos y versátiles. Echa un vistazo a nuestra selección de recetas para llevar a tu paladar de viaje por el mundo: desde pescados enteros a fileteados, asados en el horno o estofados… ¡hay un sinfín de sabores que descubrir!
1 - Un secreto para el éxito es evitar cocinar demasiado el pescado para que no se reseque. La carne del pescado se debe separar fácilmente por capas.
2 - El pescado es un alimento muy delicado, así que los métodos de cocinado más suaves son los idóneos.
3 - Con Thermomix®, puedes elegir la temperatura y el tiempo de cocinado perfectos, así como técnicas de cocina al vapor o al vacío para conseguir unos resultados irresistibles. Prueba a preparar nuestra receta de teriyaki de salmón al vacío.
4 - Cuanto más delicado es el pescado, menos tiempo se necesita para marinarlo. Lee nuestro artículo sobre salsas y escabeches para pescado.
5 - Si vas a utilizar pescado congelado, descongélalo en el refrigerador en un recipiente donde pueda escurrir.
Los moldes de cerámica de calidad para el horno, especiales para cocinar pescados, son fáciles de usar y limpiar. Estos moldes, vidriados por fuera y con finos poros por dentro, ofrecen los mejores resultados al cocinar, ya que el pescado queda perfectamente jugoso y horneado.
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Cabeza: las cabezas de pescado, las raspas, las espinas y la piel son perfectas para preparar caldo de pescado. También puedes usar las cabezas en sopas de pescado, o hervirlas y servirlas con el resto del pescado.
Lomo entero: los lomos son excelentes para cocinarlos al horno con un rebozado de hierbas o frutas deshidratadas, o envueltos en hojaldre. Los lomos de bacalao y salmón son una opción perfecta.
Trozos o rodajas: son perfectos para estofados, hervidos o parrilladas.
Filetes: son muy versátiles y perfectos para los niños, ya que no contienen espinas. Además de fritos, son magníficos para cocinarlos al vapor, empapelados o en el horno.
Pescado entero: es ideal para hacerlo a la parrilla o asado en el horno. Si deseas preparar una receta más creativa, puedes cocinarlo con una costra de sal (sola o aderezada con especias y hierbas frescas) o en una masa de pan.
• La piel y las escamas deben estar brillantes y tener un reflejo metálico.
• Debe oler fresco y no tener olores fuertes a pescado o amoniaco.
• Los ojos deben sobresalir y estar brillantes y luminosos.
• Las agallas deben estar limpias y húmedas y tener un color rojo vivo.
• Al tacto, la consistencia debe ser firme, ni esponjosa ni blanda.