Las tradiciones y costumbres varían de un país a otro, y en muchos lugares la cocina juega un papel primordial. En Japón la sopa de tallarines da longevidad, en Italia las lentejas traen riqueza, y en Turquía las granadas, abundancia... Descubre el simbolismo de las diferentes comidas de la última noche del año ¡y crea tu propio menú de Año Nuevo!
Uno de los platos italianos tradicionales de la noche de Año Nuevo es el cotechino e lenticchie (salchichas con lentejas). Las lentejas se consideran símbolos de buena fortuna y prosperidad por su forma de monedas, y no pueden faltar en la cena de Año Nuevo.
En Turquía, la granada es la reina de la noche de fin de año, un símbolo de la abundancia y la fertilidad del año por venir. Suele abrirse una granada a media noche o, a veces, tirarla al suelo en la puerta de la casa para que las semillas esparcidas traigan la buena fortuna.
En Austria existe la tradición, en la noche de fin de año, de servir la “buena suerte” en la mesa con un delicioso lechón asado. También suele decorarse la mesa con cochinitos de mazapán, chocolate, masa de harina y otros dulces.
En Japón existe la tradición de comer tallarines, fideos o noodles a media noche, con la idea de que sus largos fideos simbolizan la longevidad y el paso de un año al siguiente. Como los tallarines son fáciles de cortar, representan también la separación y el alejamiento del año anterior.
Consideradas símbolo de crecimiento y renacimiento, las cebollas son parte de la tradición griega del Año Nuevo. Se cuelgan el último día del año encima de la puerta de entrada, y se retiran la mañana siguiente.
En la mesa de Año Nuevo mexicana es común encontrar el recalentado con los platillos de la cena anterior para compartir en familia, acompañado de pan de mesa para hacerte una torta de bacalao, romeritos o pavo y los tamales, una masa de maíz rellena de carne, queso y otros ingredientes, y envuelta en una hoja de maíz o plátano.
Nunca falta el arroz con leche en las mesas de Suecia y Noruega la noche de Año Nuevo. Y quien encuentre la almendra que suelen esconder en el arroz con leche ¡gozará de 12 meses de buena suerte!